Ir al contenido principal

Entradas

Borrón

Las letras encuentran descanso en los rincones de tu piel, mientras forman palabras al encontrarse en la comisura de tus labios, el resquicio perfecto para comenzar a escribirte. Comenzar con la historia de tus besos, solaz y refugio para el viajero perdido en tierra extranjera, un momento detenido en el tiempo para darle oportunidad a los sueños de volverse realidad, justo antes de morir. Sí, una historia se escribe en tus labios, con las letras que se leen en tu piel, y se acentúa con el color brillante de tus ojos. Agujeros rutilantes en donde nace la inspiración, donde maduran las ideas, donde muere el olvido. Sí, eres un texto que no me canso de leer, pues, como invidente, recorro tus hojas con la yema de mis dedos, atento a los signos de tu voz, tus signos de exclamación que me indican el momento justo para detenerme. La historia perfecta, como cualquier buena historia, contiene su justa dosis de preguntas, aquellos signos de interrogación, las dudas que aparecen de repente y qu
Entradas recientes

Tinta sobre tu espalda.

Tu piel inmaculada se presenta ante mis ojos, haciendo nacer una sensación inquietante. Una sensación perturbadora que así como me confunde me enamora, me enamora a cada instante. La superficie de tu cuerpo emana el aroma que ansiaba respirar desde hace mucho tiempo atrás, refleja el brillo del sol de una manera insospechadamente bella, que   cautiva el mirar de cualquiera que se deje, como yo, y seguro estoy que unos cuantos más. ¿Cómo no caer rendido ante la figura que proyecta tu silueta? ¿Cómo ser indiferente a tu andar? Si la tentación es imposible de vencer y tu imagen imposible de olvidar. De todo lo que eres, de todo lo que tienes, nada he podido probar, nada he podido obtener, ningún deseo he sido capaz de callar. Y no sé qué hacer. No sé qué hacer para quitarme estas ansías, estos deseos de conocerte tan sutil y profundamente   como parte   de tu cuerpo, de explorar tus deseos, compartir tus sueños, acompañarte en un viaje sobre las nubes, sin despegarnos del suelo. Esta

Después del partido...

Después de ver Ilusión Nacional, puedo asegurar que el documental no hizo más que refrendar mi gusto por el futbol. Aunque, siendo sincero, la palabra gusto se queda corta. La película termina de buena forma, con una narración de Eduardo Galeano, escritor uruguayo que es capaz de expresar con una elocuencia maestra lo que es el futbol, para mí, para todos; Son precisamente estos últimos 5 minutos de la película los que me orillan a escribir esto; Como un aliciente para no olvidar lo que el futbol vale, lo que genera en uno, lo que nos hace vivir. Recuerdo aún, de forma extremadamente vívida, el primer dolor que me causó la redonda; Ver al equipo al que por influencia familiar decidí entregarle mis ilusiones, caer en una final, sin importar lo que hicieran, ni siquiera el gol que logró anotar el máximo ídolo. No. Nada importó, ellos perdieron y yo perdí con ellos. No dinero, ni comida, ni siquiera perdí el sueño por la derrota, pero sentí como moría dentro de mí esa esperanza. Recuer

Todo sigue igual...

La piedra se mantiene en su posición para que yo tropiece de nuevo con ella. Durante la primera hora de la mañana le entrego mi corazón a más de diez mujeres. ¿Qué fácil es para mí caer? me pregunto después de observar el tercer rostro. Más fácil, tal parece de lo que me resulta levantarme, ya que algunos prefieren caer otros, tan solo disfrutan lastimarse Yo soy de los primeros, fanático exacerbado del amor fugaz que en un segundo daría su vida, e incluso algo más si aquella mujer le sonríe o le saluda de beso o tan solo por verla pasar. Yo soy un romántico como el que más, el que tropieza con la misma piedra para volverse a levantar. Aunque si algo he de aceptar es que disfruto la caída como el placer del olvido. El olvido del amor que al nacer olvida el hecho que es un amor que no será. El amor que es un remedo de sí mismo e impaciencia, un dolor perdido que nadie sufrirá solo aquel que tropieza con la piedra y lo

El tiempo no mata todo...

El año era 1955, el primer rayito de luz llegaba a un hogar que a la postre tendría siete más. Decidieron nombrarla, por razones que desconozco, Rosalina. Esta niña alegre se convertiría en la hermana mayor de otros 7 pequeñitos y , después, de unos cuantos años, en madre de dos pequeñas personitas que han ido creciendo. 19 años han pasado desde que el último de esos retoños surgieron de su vientre, y el tiempo no ha pasado en vano. Y es este último quien escribe estas palabras, dedicadas a aquella mujer que le dio la vida y aún ahora sigue dándole tantas cosas, tanto tangibles como intangibles, regaños y sueños, preocupaciones e ilusiones, y sobre todas las cosas, amor. Si hay algo que esta mujer no se ha cansado de darle a sus hijos, es amor. Un amor que los ha hecho convertirse en las personas que hasta ahora son. Les ha inculcado los valores necesarios para ser personas de bien. Y así, ahora estando tan lejos, pienso en ella. Pienso en cómo se ha convertido durant

Dudas...

Muchas dudas. Es lo único que me queda en mi cabeza después de darle uno de los tantos "últimos besos” Cómo me gustaría besarla de nuevo, sin tenernos que esconder. Besarla a plena luz del día, sin temores, sin miedo. Con todo el cariño que a escondidas le regalo. Pero no puedo. Me debo conformar con tenerla aquí a mi lado durante cinco minutos más. La miro a los ojos antes de que se vaya una vez más, a sus brazos. Mientras yo me quedo con el espacio de su cuerpo entre mis brazos. Y el vació en mi cuerpo permanece, al igual que su ausencia en mi cama. Y ese espacio sobre mi colchón me recuerda a todo lo que fue durante una noche, pero durante los días ya no podrá ser. O quizás sí, no lo sé. Porque después de esta noche mágica y maravillosa, ¿qué me queda? Nada, solo el vacio de mi propia mente, atormentándome por lo que pudiera ser, por lo que pudiera tener y que yo sé que es casi imposible que llegara a ser. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué tengo que mirar su sonrisa ca