-Quiero aprender inglés- Me dicen algunos conocidos, otros prefieren el alemán, unos más se van por el francés; Sin embargo, nadie me ha dicho –Quiero aprender español-. Nunca he sabido porque la gente se esmera tanto en aprender otro idioma si no son capaces siquiera de utilizar de manera correcta su lengua materna. A mucha gente parece costarle trabajo el español, y no me refiero a los ancianos de los pueblos indígenas, no. Me refiero a la propia juventud (en la cual me incluyo) de estos días. Desde el surgimiento de las redes sociales, la comunicación se ha tornado muy rápida y corta. Las personas, para acelerar la comunicación han empezado a usar abreviaturas, contracciones, síncopas, etc. Esto no ayuda en nada al lenguaje, al contrario, lo vulgariza. Expresiones como “xq, k, encerio, deveras, haber/a ver, entre otras” son usuales ya en las redes sociales, así como vulgares son las faltas de ortografía que, por ignorancia o desidia, inundan la web. Lo peor de todo esto es que la
Cursilerías varias y reflexiones olvidables listas para ser leídas y dejadas atrás, como todo en esta vida.