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Mostrando entradas de 2012

El tiempo no mata todo...

El año era 1955, el primer rayito de luz llegaba a un hogar que a la postre tendría siete más. Decidieron nombrarla, por razones que desconozco, Rosalina. Esta niña alegre se convertiría en la hermana mayor de otros 7 pequeñitos y , después, de unos cuantos años, en madre de dos pequeñas personitas que han ido creciendo. 19 años han pasado desde que el último de esos retoños surgieron de su vientre, y el tiempo no ha pasado en vano. Y es este último quien escribe estas palabras, dedicadas a aquella mujer que le dio la vida y aún ahora sigue dándole tantas cosas, tanto tangibles como intangibles, regaños y sueños, preocupaciones e ilusiones, y sobre todas las cosas, amor. Si hay algo que esta mujer no se ha cansado de darle a sus hijos, es amor. Un amor que los ha hecho convertirse en las personas que hasta ahora son. Les ha inculcado los valores necesarios para ser personas de bien. Y así, ahora estando tan lejos, pienso en ella. Pienso en cómo se ha convertido durant

Dudas...

Muchas dudas. Es lo único que me queda en mi cabeza después de darle uno de los tantos "últimos besos” Cómo me gustaría besarla de nuevo, sin tenernos que esconder. Besarla a plena luz del día, sin temores, sin miedo. Con todo el cariño que a escondidas le regalo. Pero no puedo. Me debo conformar con tenerla aquí a mi lado durante cinco minutos más. La miro a los ojos antes de que se vaya una vez más, a sus brazos. Mientras yo me quedo con el espacio de su cuerpo entre mis brazos. Y el vació en mi cuerpo permanece, al igual que su ausencia en mi cama. Y ese espacio sobre mi colchón me recuerda a todo lo que fue durante una noche, pero durante los días ya no podrá ser. O quizás sí, no lo sé. Porque después de esta noche mágica y maravillosa, ¿qué me queda? Nada, solo el vacio de mi propia mente, atormentándome por lo que pudiera ser, por lo que pudiera tener y que yo sé que es casi imposible que llegara a ser. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué tengo que mirar su sonrisa ca