-Quiero aprender inglés- Me dicen algunos conocidos, otros prefieren el alemán, unos más se van por el francés; Sin embargo, nadie me ha dicho –Quiero aprender español-. Nunca he sabido porque la gente se esmera tanto en aprender otro idioma si no son capaces siquiera de utilizar de manera correcta su lengua materna. A mucha gente parece costarle trabajo el español, y no me refiero a los ancianos de los pueblos indígenas, no. Me refiero a la propia juventud (en la cual me incluyo) de estos días. Desde el surgimiento de las redes sociales, la comunicación se ha tornado muy rápida y corta. Las personas, para acelerar la comunicación han empezado a usar abreviaturas, contracciones, síncopas, etc. Esto no ayuda en nada al lenguaje, al contrario, lo vulgariza. Expresiones como “xq, k, encerio, deveras, haber/a ver, entre otras” son usuales ya en las redes sociales, así como vulgares son las faltas de ortografía que, por ignorancia o desidia, inundan la web. Lo peor de todo esto es que las personas que así escriben se escudan en el hecho de que están en una red social, que a nadie le importa; Quizás tengan razón, pero escribir así, expresarse así, se les hará una costumbre y seguirán haciéndolo, cada vez más sin importar el contexto en el que lo hagan. Además esto se está volviendo parte de la cultura mexicana, en la cual nuestro idioma es una herencia que se nos ha dejado, y lentamente, por las razones que sean, se ha ido aniquilando, se ha ido convirtiendo en un remedo de idioma en el que todos hacen lo que quieren.
Por favor, lean, escriban, nada les cuesta. Nada les cuesta oprimir una tecla en su teclado (valga la redundancia) para poner un acento o una letra necesaria. Nuestra capacidad de hablar, de comunicarnos es algo que nos diferencia de los animales.
Pueden decirme exagerado, pero dejemos de ser iletrados.
Está bien que quieran aprender otros idiomas, pero dense tiempo, que de aquel con el que nacieron, aún les falta mucho por aprender.
¡¡ De acuerdo !!
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